El pasado martes 9 de marzo de 2021 a las 19:00 horas se realizó en él, recientemente abierto, Espacio del Inmigrante del Raval (c/del carme, 33) una charla-debate a cargo del activista panafricanista Moustapha Ady Touré sobre las fuertes protestas que están ocurriendo actualmente en Senegal a raíz de la detención del opositor populista Ousmane Sonko por la policía del entreguista y represor presidente Macky Sall. Antes de empezar, una miembro del proyecto informó a los asistentes que este Espacio se abrió en motivo de la Ley de Sanidad que excluye a las personas inmigrantes, pasando por diferentes locales donde se ha brindado apoyo social y económico a este colectivo. El ponente empezó contextualizando que la independencia del país en 1960 solo fue un disfraz para el mantenimiento de la dominación neocolonial a través del Franco CFA (moneda que se mantiene en la antigua françafrique controlada, aún hoy, por la vieja metrópoli imperialista).
El actual presidente Macky Sall,
presunto ganador de unas elecciones en las que hubo sospechas fundadas de
fraude y donde para anunciar los resultados se desplegaron tropas militares, ha
favorecido la entrada de multinacionales en Senegal y ha descuidado totalmente
la educación y la sanidad. Como consecuencia de ello muchos jóvenes deben huir
del país, con gran número de fallecidos en el intento, ante lo cual el
presidente ha firmado acuerdos con la Unión Europea para reforzar el control de
las fronteras. Un auténtico lacayo, vamos. El ponente señaló la presencia de
importantes intereses de España en la actividad pesquera que es el motor
económico de Senegal. El ponente afirmó sin tapujos que Macky Sall está
vendiendo el país entero y erosionando la poca democracia que hay. Por este
motivo, y no solo en solidaridad con Sonko como alguien pudiera pensar, están
saliendo los y las senegalesas a la calle reivindicando justicia y libertades
en el país.
Debido a la extensión de los
saqueos en los establecimientos de alimentación, de capital francés como
Alcampo, están empezando a cerrar varios de ellos. Están ocurriendo igualmente
marchas multitudinarias y pacíficas donde se recuerda la frase del líder revolucionario
burkinés Thomas Sankara Una juventud movilizada es peligrosa y asusta igual
que las bombas atómicas. Se han producido varios asesinatos impunes de las
fuerzas del orden durante las manifestaciones. Además, se suma a esto la
presencia de ciudadanos que actúan de mercenarios, a los que llegan a pagar
unos 20 euros, por salir a apalear y amedrentar a los manifestantes. Se ha
llegado a observar la presencia de helicópteros militares franceses
sobrevolando las convocatorias. Parece ser que la antigua metrópoli imperialista
se ha ofrecido al lacayo Macky Sall para protegerle.
Recientemente,
un diputado del partido político de este último reconoció públicamente un
montaje que se hizo a Ousmane Sonko respecto a una supuesta violación cometida
por él en un salón de masaje. También se ironizó con la competencia del
Ministro de Cultura que escogió Macky Sall, un famoso cantante que acabó
dimitiendo y quedándose con una buena suma de dinero. La deriva autoritaria del
actual presidente ha tenido como consecuencia el cierre de dos canales de
televisión no afines, a parte de la preocupante aparición de milicias armadas que
salen de la nada disparando a los manifestantes. Algunos asistentes
coincidieron en que solo caben dos salidas: o que el presidente dimita o que se
provoque un autogolpe de Estado para permanecer indefinidamente en el poder.
También se destacó que empiezan a haber ciertos sectores de la Gendarmería y de
las Fuerzas Armadas descontentos con Macky Sall (desconozco si esto se dijo con
cierto tono esperanzador en el sentido de propiciar una alianza cívico-militar
para derrocarlo).
Durante la
charla también se animó a la diáspora senegalesa a organizarse y apoyar a sus
hermanos desde aquí, iniciando movilizaciones en el Consulado o la Delegación
de la Unión Europea si hiciera falta. Personalmente, me gustaría recalcar que
la gente no está saliendo a la calle solo porque sean seguidores del populista
Ousmane Sonko sino porque están realmente hartos de la corrupción, desempleo,
represión y entreguismo del Gobierno a los intereses neocoloniales
occidentales. Me parece un deber de todo internacionalista sincero
solidarizarse, en la medida de sus fuerzas y posibilidades, con las luchas proletarias
en el Sur Global pues es donde cotidianamente se muestra el zarpazo del
capitalismo con mayor crudeza en forma de sobreexplotación y saqueo de
recursos.
Sin olvidar
también que el internacionalismo no es solo hacia afuera sino hacia
adentro (una de las pocas reflexiones rescatables del trotskista
descafeinado Josep Maria Antentas en su libro pro-procés Espectros de
Octubre): es decir, tan importante es la solidaridad con las protestas en
Senegal como el apoyo a iniciativas autogestionarias y autónomas como el Espacio
del inmigrante en el Raval.
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