1) Introducción: a propósito de una cita paradigmática en el periódico “Anarquía”
Recientemente, en el periódico “Anarquía” de Montevideo (Por lo que
recuerdo, del entorno del “Circulo Anárquico de Villa Española” y la “Biblioteca
Anarquista del Cerro”) ha aparecido un pequeño texto titulado “Práctica
y capacidad de proyección insurreccional” del que me gustaría rescatar este
fragmento (aunque recomiendo su lectura entera):
“Crear, profundizar y fortalecer estructuras realmente generales, vastas y
heterogéneas es buscar contrarrestar la influencia capitalista dándole una
oportunidad a la revolución social. Las insurrecciones, o por lo menos las
revueltas, son inevitables, en un mundo tan colmado de desigualdades, pero
salir más fortalecidxs de ellas es un hecho que depende también del trabajo
previo”.
“algunos de los que no se puede nombrar, que habían elegido el Uruguay para
descansar y esperar ‘que se enfriara la cosa’ en sus respectivos escenarios de
acción”
Los comunistas denostaban el local como “refugio de pistoleros”.
Recordar que, por aquella época, en España estaba la dictadura proto-fascista
de Miguel Primo de Rivera y que el Uruguay; des del movimiento político liberal
progresista inaugurado por el, varias veces, presidente de la República, José
Batlle y Ordoñez; se había convertido en lugar de refugio político para varios
exiliados, como, por poner solo dos ejemplos, la intelectual feminista canaria
Mercedes Pinto o la militante anarco-comunista argentina Virginia Boltten, por
lo que (en principio) había directrices claras de no intervenir en ninguna
actividad, legalmente comprometida, en el país por parte de estos asilados.
Por este motivo cuando, para sorpresa de todos, se produjo el asalto armado
a la Casa de Cambio Messina (en el que participaron Jaime, Agustín y los
hermanos Moretti, entre otros, y donde hubo varios heridos y muertos), el 25 de
octubre de 1928, en el local de la F.O.R.U. (Soriano, 1433) irrumpió, unos días
después, el compañero Monteserín, exclamando:
2) Algunos apuntes sociológicos del Uruguay
La aparición de la violencia revolucionaria anarquista, por parte de
expatriados catalanes, cayó como un jarro de agua fría, entonces, en el “país
de las cercanías”, tranquilo, algo pacato y poco amigo de que los antagonismos
políticos se excedieran en demasía. La sociedad uruguaya había quedado muy
conmocionada. Esta reacción, sin duda, no fue producto de otra cosa que de un
proceso socio-político que, paralelamente, a la difusión del liberalismo
progresista de Batlle y Ordoñez, aun con sus oscilaciones, fue acompañado del disciplinamiento
de la sociedad que se impuso durante el Novecientos que, junto a la represión
del ocio excesivo y al puritanismo sexual:
“(…) se horrorizó ante el castigo de niños, delincuentes y clases
trabajadoras y prefirió reprimir sus almas, a menudo inconsciente del nuevo
método de dominación elegido”.
Es decir, que la otra cara de una sociedad “moderna y progresista”, ejemplo
en la región latinoamericana, de la “Republiquita con leyecitas avanzaditas”,
que ironizó el batllismo, era la convergencia paradójica, entre la Iglesia
Católica y la burguesía, para disciplinar los cuerpos a fin de hacerlos más
funcionales para el trabajo. De este carácter, algo pacato, de la psicología
social uruguaya, impuesto por el sistema de dominación en la República, tenemos
otro ejemplo en el hecho de que, entre la militancia izquierdista de los
sesenta, al margen de su activismo revolucionario, no se produjo, por regla
general, un cuestionamiento de la familia como estructura social básica. Este
proceso empezará, realmente y con fuerza, a partir de la década de los 90,
asemejando a Uruguay, en este aspecto, a las sociedades de Europa occidental.
3) Alfredo M. Bonanno y el Uruguay: el vector social del anarco-insurreccionalismo
En enero del año 1988, Alfredo M. Bonnano, teórico y activista del
anarquismo insurreccionalista italiano, publicó el artículo “El proyecto
revolucionario” en la revista “Anarchismo”. Allí hace una crítica
del “compañero individualista” celoso de su propio yo que tiende a interpretar
cualquier colaboración como una cesión, pero también crítica a aquellos que
pertenecen a organizaciones estructuradas (como el anarcosindicalismo) afirmando
que se mantienen, para él de forma tediosa por lo que se desprende del tono de
sus escritos, a la espera de un improbable crecimiento cuantitativo. Bonnano
propone, por el contrario, actuar en base a una afinidad fraguada al calor de
la profundización en los problemas sociales y la lucha de clases.
3) Concluyendo…
Personalmente, me siento bastante identificado con el anarquismo uruguayo,
incluso con su tendencia insurreccionalista. Quizás no tanto con sus análisis y
líneas políticas, pero si con una vocación que recuerdo, profundamente, social
y contraria al cainismo político. La reacción de los anarcosindicalistas de la
F.O.R.U., a principios del siglo XX, frente al asalto armado al Cambio Messina
creo que hay que interpretarla, entonces, como una postura contra una acción
que se había efectuado al margen del contexto de la lucha de clases, en curso
en el país, y protagonizada por militantes catalanes de la CNT cuyos objetivos
políticos, realizando dicha acción, estaban lejos de la Banda Oriental.
A mi modo de verlo, estas características políticas e ideológicas del
anarquismo uruguayo no pueden abstraerse del proceso de formación
socio-histórica del país, con una gran cohesión de las clases obreras y
populares, y aunque esto se haya venido deteriorando no se ha llegado, a mi
parecer, al nivel de otros contextos sociales que, lamentablemente, han visto
aparecer ciertas tendencias cainitas en la sociedad en general y en el
anarquismo en particular. Ahora bien, para nada considero que esto sea algo de lo
cual sacar pecho, pero si que me parece ejemplo de un modelo que podría ser un
referente en otras latitudes.
Alma apátrida
Bibliografía:
REGINO Práctica y capacidad de proyección insurreccional septiembre
18, 2025 https://periodicoanarquia.wordpress.com/.
NEVES, SALVADOR y PEREZ COUTURE, ALEJANDRO Pólvora y tinta: andanzas de
bandoleros anarquistas Editorial Fin de Siglo – Colección raíces, 1993.
Páginas 35, 36, 59, 80, 81 y 82.
PEDRO BARRÁN, JOSÉ Historia de la sensibilidad en el Uruguay (La cultura
“bárbara” y el disciplinamiento) Ediciones de la Banda Oriental, 2011.
Páginas 217, 223 y 224.
RUIZ, ESTHER y PARIS, JUANA Ser militante en los sesenta en PEDRO
BARRÁN, JOSÉ, CAETANO, GERARDO y PORZECANSKI, TERESA Historias de la vida
privada en el Uruguay Taurus – Ediciones Santillana S.A., noviembre de
1997. Página 277.
ERRANDONEA, ALFREDO Las clases sociales en el Uruguay Ediciones de
la Banda Oriental – Centro Latinoamericano de Economía Humana. Montevideo,
octubre de 1987. Páginas 145 y 147.
Comentarios
Publicar un comentario