Ni Trump ni Maduro: reflexiones contra la dictadura y el imperialismo en Venezuela

1) Introducción: ¡Fuera tropas yankis del Caribe!

Hace ya varios días que el gobierno ultraderechista de Donald Trump inició una operación militar en aguas del Caribe sur, supuestamente, para combatir el narcotráfico. En tal sentido desplegó tres buques de guerra, un submarino nuclear, con capacidad misilística y un contingente militar de más de 4000 marines frente a las costas de Venezuela. La lectura que hacía de esto el Partido Socialismo y Libertad (trotskistas de tendencia “morenista”: una de sus corrientes más izquierdistas que rechazan el “entrismo”, en organizaciones socialdemócratas, y son críticos de los movimientos nacional-populares de corte “antiimperialista”) era que:

“Esto le brinda a Maduro una oportunidad de oro para presentarse como antiimperialista, el mismo gobierno que entrega nuestra soberanía a empresas extranjeras en el Arco Minero y defiende a capa y espada a la transnacional sionista Chevron.”.

Y, de hecho, el mismo presidente Nicolás Maduro anunció que el sábado 23 y el domingo 24 de agosto se llevaría a cabo, en todo el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, un proceso de alistamiento de milicianos, milicianas, reservistas y cualquier ciudadano que deseara hacer frente a una eventual invasión, del territorio nacional, dentro del llamado "Plan Nacional de Soberanía y Paz - Simón Bolívar". Por su parte, el PSL, junto a otros partidos de izquierda, entre los que se cuentan grupos “chavistas no maduristas” como el Partido Comunista de Venezuela - PCV y Patria para Todos – PPT (me estoy refiriendo, obviamente, a los partidos “originales” no a sus dobles, con las juntas directivas intervenidas por el oficialismo) convocaron una concentración, el martes 26 de agosto en Caracas, para rechazar el intervencionismo militar estadounidense, criticar el seguidismo de la opositora María Corina Machado, pero, también, para denunciar a viva voz que un trabajador:

 con un salario mínimo de menos de un dólar al mes no está en condiciones de defender la patria.”.

2) Chavismo y Madurismo: una breve crítica anarquista

Pero ¿Qué es esto del “chavismo no madurista”? Para la socióloga Jocelyn Chávez Falcón de la Universidad Autónoma de Puebla (México) se trataría, simplemente, de aquellos militantes que contribuyeron, al Proceso Bolivariano, pero que tras la llegada de Maduro lo abandonaron debido, fundamentalmente, a la corrupción imperante en el régimen. Su discurso político consiste en decir que Maduro es un producto de “las pirañas” que rodearon a Chávez y que el actual presidente ha convertido iniciativas, como los Consejos Comunales, en estructuras electorales. Aún recuerdo como, hace años, se manejaba un discurso parecido en los actos que, por entonces, organizaba la Assemblea Bolivariana de Catalunya afirmando que Chávez era un “no lugar” que, supuestamente, permitía a los sectores populares interpelar al poder, directamente, saltándose una burocracia a la que se culpaba de todos los males.

También, en el año 2006, el grupo Caribes de Itagua (del popular barrio caraqueño de La Vega): anarquistas que decían adherir al Proceso Bolivariano y que tenían agrias polémicas con los militantes de la Comisión de Relaciones Anarquistas – El Libertario, decían cosas como que “tenemos un gobierno revolucionario dentro de un Estado burgués” o que “Chávez es un infiltrado del movimiento popular en Miraflores”. Esta forma de exculpación del jefe de Estado era recurrente: por poner otro ejemplo cuando activistas sociales y anarquistas venezolanos, mostraron a los indígenas wayuu de la Sierra de Perijá, las declaraciones del presidente Hugo Chávez a favor de explotar el carbón en su territorio ancestral, estos respondieron (en un primer momento) que “al presidente lo estaban engañando” porque, a pesar de todo, seguían siendo chavistas.

Para Jocelyn Chávez Falcón, la corrupción tiene que ver con el hecho de que el control cambiario de divisas (heredado del gobierno de Hugo Chávez) hace aflorar el mercado negro, del que se benefician funcionarios del gobierno. Venezuela ha hecho uso de esta medida en varias ocasiones históricas, por ejemplo, cuando el “viernes negro” de 1983 se impuso para intentar frenar la devaluación del bolívar y la salida de capitales del país. En ocasiones, pero, también se ha recurrido a la devaluación para intentar dar empuje a la producción local encareciendo las importaciones. El control cambiario es, pues, un problema serio que no se ha resuelto de la mejor manera.

Y para esta socióloga mexicana, la causa estructural subyacente es que la estructura económica rentista petrolera dependiente del Estado venezolano ha producido, históricamente, su propia versión de la llamada “enfermedad holandesa” o “maldición de los recursos” que se define como el mal uso del flujo de divisas que provienen de la exportación de un recurso natural. Nos lo explica de esta manera:

“La enfermedad holandesa en palabras más claras, se puede entender con una analogía. Si de pronto se gana el premio mayor de la lotería, lo más seguro y entendible es que se cambie de modo de vida y por supuesto de consumo. De igual forma, al tener a disposición grandes sumas de dinero, las decisiones no se basarán en consumir medio kilo de carne adicional o comprar nuevos anteojos, lo más probable es que grandes sumas de dinero se terminen destinando a lujos, carros y mansiones. Esto, a sabiendas que no es probable ganar el mismo premio todas las semanas para mantener el nuevo estilo de consumo (…) No obstante, el boom de los recursos llega a su fin”.

Este párrafo expresa, bastante bien, lo que ha sido la historia contemporánea de Venezuela, desde que se empezara a explotar el petróleo durante la dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935): cuando ha habido fuertes ingresos petroleros no ha habido incentivos para diversificar la economía y cuando no los ha habido no se ha encontrado la manera de poderlo hacer. Y como, históricamente, Estado rentista y Fuerzas Armadas han ido, indisolublemente, ligados (el Estado-Nación moderno de génesis gomecista se creó con el dinero del petróleo) pues estas han sido también las principales beneficiarias, Así José Domínguez, colaborador del Ministerio de Transporte y candidato a alcalde del municipio Los Salias del Estado Miranda por el Partido Comunista de Venezuela – PCV (antes de ser intervenido en 2023) afirma:

“Hoy hay grandes latifundios, pero de Generales, eso es la realidad. Mi hija tiene reales, ha sido presidenta de Banesco, vive en un departamento donde solo 3 inquilinos contándola a ella son comunes y corrientes, de ahí todos los demás son militares, cuando llegas a visitar no caben los autos de tantos que tienen”.

Bueno, de hecho, cabría decir que la relación entre latifundismo y militarismo esta ya en los mismos orígenes de la República por lo que causaba hilaridad cuando Hugo Chávez decía que iba a combatir al primero mientras la Guardia Nacional le daba plomo al Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora por ocupar tierras sin la bendición de un gobierno al que, por otra parte, y para más paradoja, no dejaba de apoyar.  

3) El verdadero efecto de las sanciones estadounidenses: fortalecer el régimen madurista

Además, toda esta situación no dejó de venir agravada por las sanciones estadounidenses al gobierno de Nicolás Maduro de 2015 al 2019 que, a parte, de agudizar la crisis económica, le consolidaron en el poder. Estas consistieron en: prohibir que la petrolera estatal venezolana (PDVSA) vendiera petróleo a su subsidiara en EE. UU, CITGO, sanciones individuales a funcionarios bolivarianos como congelamiento de activos financieros y la sanción a empresas de terceros países que operaban con PDVSA.

Así, según Daniel Flores Flores, licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Guadalajara (México):

“(…) los regímenes autocráticos pueden ser menos susceptibles a la presión externa, ya que sus líderes tienen la capacidad de mitigar los costos de la coerción tanto para ellos mismos como para sus coaliciones de apoyo, interviniendo en el mercado para controlar el flujo de bienes y servicios que las sanciones escasean y redirigiendo la riqueza hacia su base de apoyo, alejándola de sus oponentes y de los ciudadanos comunes.”.

Y considero que, en este contexto, se entienden iniciativas clientelistas como el “Carnet de la Patria” o el rediseño institucional hacia el llamado “Estado Comunal”. Pues hay que entender, creo, que de la misma manera que cuando Nicolás Maduro habla de “Milicias Campesinas y Obreras” no estamos hablando de una revolución proletaria sino de fuerzas para-institucionales del Estado capitalista que han actuado, en varias ocasiones, de rompehuelgas en conflictos laborales, tampoco el “Estado Comunal” es nada parecido a la “Comuna de París” de 1871 sino que se trata, de hecho, de reforzar un circuito paralelo más cautivo de su red clientelar. Los recientes acuerdos del gobierno con la patronal FEDECAMARAS ejemplifica el carácter capitalista del chavo-madurismo. Así, las sanciones estadounidenses permiten, también, aquello que decían los trotskistas-morenistas del PSL: que Maduro pueda seguir jugando su “teatrillo” antiimperialista.

4) Conclusiones: El Cartel de los Soles, Cipriano Castro y Karl Marx

El “argumento” del gobierno de Donald Trump para esta operación militar es que se trata de desarticular organizaciones “narco-terroristas” que operan en la región como el llamado “Cartel de los Soles” o el “Tren de Aragua”. La primera vez que se hizo mención de esta primera “organización” fue en marzo de 2015, cuando el gobierno de Barack Obama en Estados Unidos, siendo publicada la primicia en España por el periódico neofranquista ABC. Según el jurista español, Fernando Casado Gutiérrez, su existencia carece de sustento empírico pues se basa en especulaciones, fuentes anónimas y testimonios reciclados de delatores. En cuanto al “Tren de Aragua” si hay constancia de sus actividades transnacionales vinculadas al narcotráfico y su origen en Venezuela. El gobierno venezolano, en el año 2023, entró en la cárcel de Tocorón con la intención, al parecer, de desmantelar su dirección, aunque algunos líderes lograron escapar. Lo que parece claro es que se está utilizando su designación como “grupo terrorista” para justificar la política intervencionista estadounidense al ser calificado como “amenaza a la seguridad nacional” vinculándolo al gobierno de Nicolás Maduro.

Las imágenes de los buques de guerra estadounidenses, cerca de las costas de Venezuela, me trajo a la memoria un hecho significativo de la historia del país: aquel 9 de diciembre de 1902 cuando el almirante Douglas, al mando de una escuadra aliada anglo-alemana, llegaba ante el puerto de la Guaira y procedía a adueñarse de los escasos buques de guerra venezolanos que se encontraban allí. Era el momento cúspide de la tensión entre el gobierno de Cipriano Castro (1899-1908) y varias potencias europeas, por el impago de la deuda externa y la lesión a los intereses capitalistas de sus ciudadanos residentes en el país, conflicto que se hizo célebre por la máxima que ha pasado a los anales de la historia del país:

“¡Venezolanos! ¡La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria!

Conflicto que se saldó con los Protocolos de Washington, firmados el 13 de febrero de 1903, donde Venezuela capitulaba frente a estas reclamaciones, pero manteniendo “intacto su honor como nación soberana” por el levantamiento del bloqueo (o al menos fue lo que se dijo en aquel momento). De esta crisis, Cipriano Castro emerge como un auténtico “héroe nacional” con un enorme apoyo popular, pero en lugar de aprovechar esta coyuntura tan favorable para iniciar las reformas socio-económicas que la República necesitaba, y corrompido por una exagerada egolatría, inicia una política de monopolios para beneficiar a su pléyade de aduladores: oligarcas que se enriquecen, fraudulentamente, con el erario público mediante robos descarados y negocios turbios.

Posteriormente, seria derrocado por su compadre Juan Vicente Gómez el fundador del Estado-Nación moderno y el Ejército Nacional. Golpe celebrado por el gobierno de Estados Unidos de aquel momento. Es famosa la máxima de Karl Marx “Primero como tragedia, luego como farsa” que viene a decir que los hechos acostumbran a darse, en la historia, como una repetición inferior de los antecedentes. Y si Cipriano Castro gozó, en su momento, de un gran apoyo popular (que posteriormente dilapidó debido a la corrupción) por su enfrentamiento con los intereses capitalistas extranjeros, hoy Nicolás Maduro ni siquiera goza de él y llega a acuerdos de explotación con transnacionales como Chevron y patronales como FEDECAMARAS.

                                                                                                                                              Alma apátrida

 

Fuentes y bibliografía:

Prensa PSL ¡Fuera tropas yankis del Caribe! ¡Fuera Trump y el imperialismo norteamericano de América Latina! Caracas, 19 de agosto de 2025 https://laclase.info/.

Aporrea.org Presidente Maduro anunció alistamiento de milicianos(as) y reservistas 23-24 de agosto jueves, 21/08/2025 https://www.aporrea.org/.

DAVIES, VANESSA La izquierda que se opone al gobierno de Maduro protestó por amenaza militar de EEUU contra Venezuela 26 de agosto de 2025 https://laclase.info/.

CHÁVEZ FALCÓN, JOCELYN Sociedad civil y lucha hegemónica en 3 tiempos: puntofijismo, socialismo del siglo XXI y gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela Benemérita Universidad Autónoma de Puebla – Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, abril de 2023. Páginas 188, 194, 272, 275 y 276.

FLORES FLORES, DANIEL Venezuela y la geopolítica de la democratización: efectos geoeconómicos y sociopolíticos de las sanciones estadounidenses en el gobierno de Nicolás Maduro (2015-2019) InterNaciones, Año 13, núm. 28, enero-junio 2025 Páginas 93, 104 y 111.

CASADO GUTIÉRREZ, FERNANDO El tren de Aragua: El nuevo relato del gobierno de Trump en contra de Venezuela Pueblos – Instituto para el pensamiento original – Un mundo en construcción http://pueblos.org.ve Páginas 1, 8 y 9.

VALLEMILLA HARWICH, NIKITA Cipriano Castro: El retorno Resumen, 25 de mayo de 1975.

PINO ITURRIETA, ELÍAS Venezuela metida en cintura: 1900-1945 Cuadernos Lagoven (Serie Cuatro Repúblicas). Caracas, 1988. Páginas 1 a 142.

PIZANI PARDI, ANTONIO De Cipriano Castro a Rómulo Betancourt (Principio y fin de la hegemonía andina) Ediciones Centauro, Caracas 1987. Páginas 1 a 337.

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