Contra Milei y el turbo-capitalismo argentino: crónica de la charla-debate con Emilio Crisi en el Raval (Barna)

1) Presentación de la charla por un compañero de Emilio

El pasado jueves, 24 de octubre sobre las 19:00 horas, se realizó en la “Casa de la Solidaritat” (Vistalegre, 15) del barrio barcelonés del Raval una charla-debate a cargo de Emilio Crisi, sindicalista de la “Agrupación de Trabajadores del Estado-ATE” de la ciudad de Rosario en Argentina y también militante de la “Federación Anarquista de Rosario-FAR” sobre la resistencia popular y gremial al “turbocapitalismo” del presidente Javier Milei. Un compañero de Emilio quiso introducir la charla haciendo mención a la canción protesta argentina “Ay país, ay país, como le cuento a mi gente… (Piero – Coplas de mi país). A continuación, se hizo la pregunta ¿Qué está sucediendo en Argentina con la actividad sindical? Afirmó que algunas organizaciones dicen que ahora no es el momento de luchar, temen aislarse de las bases.

El compañero de Emilio, aun así, siguió preguntándose si se puede negociar sin conflicto y denunció que hay algunos dirigentes sindicales más preocupados por las “listas” o las “internas de partido”. Actualmente, en Argentina puede haber unos 6.000.000 de trabajadores del sector privado con convenio y 3.000.000 del Estado. Finalmente, se preguntó ¿Y qué pasa con los trabajadores de la economía informal? Pues muchos, afirmó, votaron a Milei.

2) La charla de Emilio Crisi sobre la situación en Argentina y las perspectivas de lucha

Seguidamente, tomó la palabra Emilio Crisi, agradeciendo a la “Casa de la Solidaritat” a la que definió como “lugar de encuentro de la comunidad latinoamericana”, a la CGT y Embat la organización del acto. Afirmó pertenecer a la Comisión Directiva de ATE-Rosario (perteneciente al sindicato CTA Autónoma) que es de las más grandes del país.

Continuó diciendo que lo que sucede en Argentina es “turbocapitalismo” (afirmando, desenfadadamente, que es un término que habían tomado prestado de la CGT de España). Se fundamenta, siguió diciendo, en la desfinanciación del sector público (sanidad, educación…), cierre masivo de empresas, aumento de la pobreza de un 42% a un 52%, liberalización de las relaciones laborales, mercantilización de la vida. Afirmó, sin atisbo de duda, que el enemigo de Milei es el sindicalismo argentino que, con todo lo malo que se puede decir de él, es de los pocos en Latinoamérica, junto con Uruguay, que ha conseguido mantener convenios colectivos de trabajo. Siguió exponiendo que la política de Milei es un intento de establecer “un nuevo contrato social”. Existe, así mismo, un “aumento obsceno” del centralismo político y administrativo: las provincias casi no existen.

Emilio Crisi denunció, también, una entrega total del gobierno al imperialismo norteamericano. No consideró que Milei haya venido a “acabar con el Estado” sino a reforzar sus aspectos de control y liberalización de lo social (una crítica, a mi parecer, pertinente con toda esta confusión que hay entre el anarquismo y el “libertarianismo” de derechas). El sector de las aerolíneas, afirmó, está en pie de guerra. Los trabajadores del transporte van a lanzar una movilización el 30 de octubre. Emilio Crisi dijo, del gobierno de Milei, que es ultraliberal y reaccionario. Afirmó, dirigiéndose al público presente que reside en España, que puede que se nos viniera a la mente VOX o Meloni pero puntualizó que Milei tiene otras características aunque si piensa que hay cierto lineamiento (coincidencias estratégicas) a nivel internacional entre estos movimientos de extrema derecha.

Expuso como los antecedentes están en la última dictadura militar. Emilio Crisi continúo con que actualmente están protestando los jubilados, los estudiantes y las organizaciones sociales. Dijo también que hay “organizaciones sociales y políticas compañeras” que están buscando armar una nueva candidatura electoral. Su tendencia, afirmó, lo considera erróneo y afirmó que dicha táctica ya fracasó en noviembre. Emilio Crisi expuso que tratan de “interpelarlos por abajo”. También consideró que algunas de sus tácticas como la de intentar asustar en los barrios con “que viene la extrema derecha” fue equivocada. En los últimos 15 o 20 años ha habido, en Argentina, un cambio cultural, social e ideológico. Los proyectos emancipatorios, afirmó, se han retirado de los barrios y lugares de trabajo. Hay una extensión de los valores individualistas y una ruptura del tejido social.

Los gobiernos han intentado “conciliar por arriba”, se ha perdido el espíritu de la revuelta del 2001 y su “Que se vayan todos”. Emilio Crisi considera, en consecuencia, que no hay propiamente miedo de salir a la calle sino indiferencia a la hora de solidarizar. Mencionó la reforma jubilatoria del gobernador de Santa Fe y las detenciones por destrozos del mobiliario urbano en unas protestas relacionadas. Aquí si hubo solidaridad: la aceitera paró. El ponente afirmó que, si no volvemos a redoblar esfuerzos en los barrios, en los puestos de trabajo y las organizaciones sociales, no hay salidas. Hizo autocrítica y dijo que todo el trabajo que no se ha hecho en décadas es imposible hacerlo en un mes. Afirmó que un triunfo de Sergio Massa (candidato del peronismo progresista) solo hubiera “retrasado” el triunfo de la extrema derecha, a parte de que, el mismo candidato, es muy probable que hubiera tenido un corrimiento de sus posiciones hacia la derecha.

Emilio Crisi afirmó que, des de su visión, interpelan a todos los sectores populares y no caen en la visceralidad de castigar políticamente a los que, por varias razones, han votado a Milei. Su posición es la de construir “Poder Popular” y afirmó que la otra estrategia ya fracasó (la electoral, se entiende). Rechazó categóricamente la postura del “cuanto peor, mejor” y afirmó que con peores condiciones de trabajo se va a luchar peor. Luchan para que no haya mayor desfinanciación del sector público (sanidad, educación, rutas). Emilio Crisi terminó constatando que los gobernadores están alineados con el Gobierno Nacional, sino directamente, si a través de senadores y diputados.

3) Intervenciones del público y respuestas de los ponentes

Una primera intervención, por parte de un asistente de Brasil, señaló que la extrema derecha creció en su país al contacto con las iglesias evangélicas y se preguntó si era igual en Argentina. También se preguntó si se podía pasar a la ofensiva en lugar de solo resistir. También comentó que el sector público en Latinoamérica viene funcionando mal y se cuestionó si, simplemente, había que defender “lo público” (como sinónimo de estatal, entiendo) en lugar de ir más allá. Contestó, a estas primeras preguntas, Emilio Crisi afirmando que desde los sindicatos se ha hecho autocrítica: consideró que estos servicios públicos pueden estar mejor gestionados por los sectores gremiales y populares. Se preguntó ¿La obra social no la deberíamos administrar nosotros y no los gobernadores? Emilio Crisi afirmó que, en lo inmediato, el Estado debe seguir poniendo dinero, pero, en un futuro, deberían planteárselo.

Seguidamente, otro asistente de Argentina afirmó que se debe defender un “Estado presente” pero uno que funcione (des del punto de vista de los servicios sociales, se entiende). Otro asistente del mismo país cuestionó a Emilio Crisi en tanto que si se defiende la gestión de los servicios sociales por parte de las organizaciones sociales y sindicales se estaría obviando que muchas de ellas tienen una estructura burocrática y corrupta. Aquí el compañero de Emilio Crisi contestó, si no recuerdo mal, que, en relación a esto último, se había perdido la profundidad de la concepción político-sindical: los burócratas sindicales viven en los lugares de la clase alta. Los sindicalistas antes no actuaban así, afirmó. Mencionando a los sindicalistas argentinos José Ignacio Rucci o Lorenzo Miguel. Afirmó que ya era hora de que hubiera un “desborde sindical” por parte de las bases.

Aquí Emilio Crisi le cuestionó porque veía a alguno de estos sindicalistas históricos como precursores de la burocratización. Afirmó que la concepción política del peronismo es la de un sindicalista cooptado por el partido. Ambos estuvieron de acuerdo con esta apreciación. En estos momentos, un asistente español se preguntó “des de la ignorancia” como podía ser que un “dictador fascista que inventó el populismo” hubiera tenido sectores de derecha e izquierda (se refería, obviamente, a Juan Domingo Perón). Hizo también alusión a la “domesticación de la protesta social” por parte de Podemos en España, comparándolo con el peronismo. Aquí Emilio Crisi respondió que la FAR (“Federación Anarquista de Rosario” que es la organización política de la cual es miembro) no tiene una lectura del peronismo como fascismo sino como un “movimiento nacional” con un empuje gremial por dentro y puntualizó incluso que hubo sectores del anarquismo que se disolvieron en él.

Continuó afirmando que fue un movimiento que tuvo su oscilación pendular, aunque al final se resolvió por una conciliación de clases. También afirmó que tuvo gente que apostó por la transformación social y fue desaparecida por los gobiernos militares. También habló de sectores revolucionarios en el peronismo de los años setenta. Aquí, otra asistente de Argentina afirmó que el sindicalismo en el país viene de FORA (“Federación Obrera Regional Argentina”) y que hubo nazis que se exiliaron en el país apoyados por el peronismo. En estos momentos, el compañero de Emilio Crisi reivindicó a la “CGT de los argentinos” que tenía, según él, un planteamiento de clase, así como denunció el exterminio de sindicalistas peronistas por la dictadura militar. Afirmó que el peronismo es un movimiento muy amplio y hay que verlo en su contexto histórico. Puntualizó que la actividad sindical en el país era penada y Perón modificó eso.

Seguidamente, Emilio Crisi comentó que, afortunadamente, estaba en ATE-Rosario que defiende la independencia sindical del gobernador de turno. Afirmó que eso había permitido que no se les desafiliara gente a diferencia de otros sindicatos. Citó el conflicto sindical con un periódico local de Rosario y se preguntó ¿tenemos que discutir si el retiro voluntario es hoy o mañana en lugar de tomar las empresas? En estos momentos, otro asistente de Argentina afirmó que teníamos el reto de extender el anarquismo en el país y “liquidar el peronismo” aunque hoy los movimientos sociales están muy vinculados a él. En estos momentos, un asistente dijo que era un error pensar que el peronismo era el enemigo y se fue. Emilio Crisi intervino diciendo que la protesta social vendrá del anarquismo, el marxismo, el peronismo, el catolicismo y el evangelismo. Es decir, la población que, independientemente de su extracción política, defienda un proyecto social igualitario.

Otra asistente española preguntó cual es ese nuevo contrato social que plantea Milei. Emilio Crisi volvió a intervenir diciendo que ya era suficiente de dialogar, que había que tomar la calle, practicar la acción directa y denunció la cantinela del gobierno de que hay que flexibilizar la contratación para que inviertan en el país. Denunció el proyecto económico de Milei como una reprimarización y desindustrialización de Argentina. También dijo que si no se estuviera protestando se estaría peor. Otro asistente argentino se preguntó como podíamos cuestionar el rol jerárquico de los sindicatos del país des del anarquismo a lo que Emilio Crisi contestó que en su quehacer sindical no importan tanto las estructuras sino la participación de las bases. Finalmente, y a raíz de otra pregunta relacionada se enumeraron una serie de iniciativas para organizar a los trabajadores de la economía informal: sector importantísimo en el país.

4) Conclusiones

Me llamó la atención que Emilio Crisi calificara a otras organizaciones sociales y políticas de “compañeras” aun no compartiendo su táctica electoral y no proviniendo de las mismas tiendas ideológicas. Recuerdo que la “federación Anarquista Uruguaya” también se expresaba en términos similares. Esto es debido, a mi parecer, a la importancia que dan en esos lares a lo que llaman “política de alianzas”: una concepción diferente de otras versiones más “principistas” del anarquismo. Estas diferentes visiones pueden tener sus más y sus menos y seria largo de desarrollar, pero, me da la sensación que, por aquí, estamos acostumbrados a un uso más restrictivo del término. O como mínimo, entre los que no adherimos al llamado “especifismo”, lo que no significa que algunos no defendamos la confluencia en la calle con otros sectores sociales y políticos para luchas concretas.

Respecto al tema del populismo (o movimientos nacional-populares) en Latinoamérica y su equiparación con el fascismo, o con la izquierda, es una cuestión que, a mí me parece, ardua de desarrollar y algunos asistentes ya indicaron que daría para otra charla. Solo diré que no es, para nada, una excepcionalidad argentina: se decía del militar venezolano Isaías Medina Angarita, por ejemplo, que tenia un retrato de Mussolini en su despacho y luego fue apoyado por el Partido Comunista; se dijo de la Constitución Mexicana de 1917 que era una mezcla de sovietismo y fascismo; Hugo Chávez tanto te hablaba de Marx, e incluso Kropotkin, como se inspiraba en los “carapintadas” argentinos (movimiento militar que se negaba a pagar por los crímenes de la dictadura). Pero es que incluso fuera de Latinoamérica se han dado estas paradojas: Nasser en Egipto se reivindicó de un “socialismo nacionalista árabe” mientras perseguía a los comunistas siendo, a su vez, aliado de la Unión Soviética. Es decir, sociedades de transición (donde las clases sociales están aún en proceso de formación) dan lugar a proyectos políticos contradictorios y, a menudo, sorprendentes.

¿Qué postura adoptar frente a esto? Un compañero asistente ya indicó que seria bueno la extensión del anarquismo y “liquidar el peronismo” pero quizás, y solo quizás, no era el mejor momento y espacio para plantearlo en estos términos. No hay que olvidar, me parece, que Emilio Crisi no estaba, sobre todo, en esta charla en su condición de anarquista sino de dirigente sindical y, por lo tanto, no había, a mi modesto parecer y en ese momento, que introducir una discusión ideológica anarquista. Seria como si en cualquier espacio de lucha social amplio fuéramos a hablar de buenas a primeras de Bakunin y Kropotkin. Esta claro que todo populismo interclasista (y el peronismo me lo parece) es un corsé a la revolución obrera y popular, pero, a mi parecer, no hay que forzar la introducción de ciertos debates ideológicos, de buenas a primeras, sino extender nuestras ideas, en los espacios sociales amplios, mediante el ejemplo y modo de hacer basado en la acción directa, la autonomía y la horizontalidad.

                                                                                                                                             

                                                                                                                                             Alma apátrida

 

Piero-Coplas De Mi Pais

https://www.youtube.com/watch?v=c65QNSEA2tM

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