1) ¡A la calle contra el
genocidio y las muertes en el mar!
Este sábado, 2 de diciembre de 2023,
a las 11: 00 horas, se ha convocado una manifestación, en nuestro municipio, en
solidaridad con el pueblo palestino (que viene padeciendo la criminal agresión
militar del Estado de Israel con miles de muertes) y contra las políticas
migratorias de la Unión Europea que, en colaboración con los Estados títeres
del neocolonialismo en África, provoca, también, miles de muertes en el mar mediterráneo.
A la hora convenida, se han empezado a acercar, al lugar de concentración,
vari@s solidari@s, entre ell@s, compañer@s de “Papeles para Tod@s”, de la
CNT-AIT, de la PAH del Baix Nord y, en esta ocasión, del colectivo “Montserratí
amb Palestina” (que se están moviendo por la localidad vecina de
Esparraguera con alguna que otra concentración) así como algun@s otr@s
solidari@s de Martorell organizad@s de forma más informal. También han
asistido, para dar su apoyo, algun@s compañer@s anarquistas de otras localidades
del Baix Llobregat y el Barcelonés.
Dejado un tiempo prudencial, se
ha empezado a desplegar la pancarta de cabecera y una gran bandera de
Palestina. No sin antes tener un pequeño rifirrafe con la Policía Local que, a
pesar de que la manifestación estaba comunicada según ha dicho un compañero, se
han quedado un rato en plan pesado e intentando retrasar, en la medida de sus
posibilidades, el momento de inicio de la manifestación. En este momento,
llegamos a sumar unas 50 personas que, después de que se leyera la octavilla
preparada para la ocasión, han subido por la avenida Félix Duran i Canyemeres
(donde estaba el antiguo cuartel de la Guardia Civil) hasta llegar al mercado
de Buenos Aires: allí se ha leído otra vez la octavilla y colocado en el suelo
la bandera palestina. En la manifestación también se ha mostrado una gran
pancarta de “Papeles para Todos y Todas” y otra contra el genocidio llevada por
el colectivo de Esparraguera. Ondeaban también banderas palestinas y, alguna
que otra, anarquista y anarcosindicalista.
Este largo recorrido, pero, no
era porque si, sino que nuestra intención era hacer una parada en el Carrefour
(a la altura de la calle Joan Serrats) por el acuerdo de franquicia que tiene esta
multinacional en Israel con Electra Consumer Products y su filial Yenot
Bitan, ambas activas en el establecimiento de colonias ilegales israelíes
en los territorios ocupados en Palestina (como denuncia la campaña BDS). Así, han
entrado en el parquin unas 60 personas gritando ¡Boicot Carrefour! y se
ha leído un comunicado de denuncia preparado para la ocasión: otros gritos en
la manifestación han sido ¡Palestina Libre, Israel Fuera! (en castellano
y en árabe), ¡Israel cobarde, bombardea hospitales! Des del riu fins al mar,
Palestina vencerà! ¡Soldados asesinos! ¡Fuera la ley de extranjería! ¡Papeles
para todos! etc.
2) Algunas reflexiones…
En conversaciones informales posteriores, algun@s compañer@s nos hemos preguntado sobre el porqué de la menor afluencia de personas en esta segunda manifestación (la primera fue el 21 de octubre donde llegamos a sumar unas 450 personas). A parte de que, por causas de fuerza mayor, han faltado en los preparativos y en el acto algún que otro activo compañero de “Papeles para Tod@s”, el frío, las posibles consecuencias desmovilizadoras de la falsa tregua de Israel (que, en seguida, ha roto siguiendo con los criminales bombardeos) y algo de posible cansancio y desánimo, hay quien afirma (opinión que, hay que puntualizar, no es compartida por tod@s) que el hecho de juntar en la reivindicación la solidaridad con el pueblo palestino y la lucha migrante haya podido desincentivar la participación de algunas personas.
Desde diferentes organizaciones políticas
revolucionarias (anarquistas y marxistas) leo, a menudo, la importancia de hacer
lo posible por superar la parcialidad de las luchas y enmarcarlas en un
proyecto global de contestación al sistema capitalista y el Estado. Pero ¿Y si
resulta que los esfuerzos iniciados, en este sentido, pudieran hacernos perder
gente por el camino? ¿Y si resulta que hay gente que, precisamente, lo que no
quiere es que estas pierdan su carácter fraccional ya sea por su bajo nivel de
conciencia o porque realmente no están interesadas en plantear una alternativa
global a la mierda que hay establecida? Todos estos aspectos deben ser
valorados. Ahora bien, lo que no podemos hacer, tampoco, es la labor del
camaleón que se adapta a la situación: tenemos la obligación militante de
intentar avanzar siempre proponiéndonos nuevos retos para construir la
alternativa revolucionaria a la dominación y explotación que se nos impone
cotidianamente.
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