Por un anarquismo rifeño y marroquí: Entrevista a N. individualidad libertaria del Rif en Cataluña

N. es una individualidad anarquista del Rif (Marruecos) residente en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Colabora habitualmente con el Casal Popular de la localidad donde participan colectivos feministas y antifascistas entre otros. Este domingo, 3 de octubre de 2021, sobre las 10:00 horas de la mañana, le he realizado esta entrevista con la intención de tener una perspectiva libertaria, acerca de la situación política y social en el Rif y en Marruecos, ya que el movimiento anarquista organizado es inexistente en el país y, a menudo y como consecuencia, si queremos tener una visión revolucionaria y anticapitalista de lo que ocurre allí, nos vemos obligados a acercarnos a la visión política de otras tiendas ideológicas izquierdistas, con lo que supone de sesgo, en cuanto a construir un discurso antiautoritario respecto a ese escenario regional y nacional.

1) ¿Cómo entraste en contacto con el anarquismo? ¿Fue aquí en España o en el Rif? ¿Sabes de alguna iniciativa libertaria en la zona?

N. En la zona no ha habido ninguna iniciativa libertaria a lo largo de los años que he vivido yo ahí. Pero si volvemos al origen de los pueblos africanos funcionaban en lo comunal. Es algo parecido a un anarquismo no eurocéntrico. Por ejemplo, en el Rif antes de la República, desde que la funda Abd el-Krim, las tribus del Rif funcionaban a través de una asamblea y también existía la colectividad entre la gente. Y en las asambleas existía como un llamado angar (?) que era como un líder pero que tampoco tenía la autoridad para juzgar a alguien pues todo se decidía a través de una asamblea de la tribu o del pueblo.

El Rif está más politizado que el resto de Marruecos. Siempre te quedan las cuestiones ¿Por qué esto? Te cuestionas a los islamistas, a los marxistas. A menudo les digo a los marxistas de la Vía Democrática que, en realidad, en el Rif están los politizados, que venían de la Universidad con una ideología marxista-leninista y tal, y tampoco no hicieron nada en lo social, relacionarse con la gente. Se relacionan entre ellos, debaten entre ellos, y el pueblo se queda sin nada. Es lo contrario a lo que hacen los islamistas de Justicia y Caridad y ese es el gran error. Yo quería saber cuando tenia 16, 17 años ¿no? Y te tratan como Si tu no has pasado por la Universidad o no tienes una carrera como que no entiendes de política. Eso me cabrea bastante y lo sigo diciendo. Aquí es, al contrario: yo llegando aquí mis primeras relaciones fueron con el movimiento okupa y con el anarquismo que, quieras o no, ha dejado su semilla en Cataluña.

¿Y es eso no? De relacionarme con el movimiento okupa tuve acceso a muchos conocimientos del anarquismo en España y, a veces, te haces la comparación con el espíritu comunal de muchos pueblos de África. Te encuentras algo bastante parecido, aunque aquí estaba más organizado, con una revolución. Esto me convenció de adoptar estas ideas más que otras.

2) ¿Qué opinión te merece como anarquista el centenario de la República del Rif? ¿Y la figura de Abd el-Krim?

N. A ver en cuanto al centenario, la verdad es que cuando hablamos de la República del Rif, hablamos de Abd el-Krim. Cuando se enfrentó a la ocupación española, y a la francesa, pero primero a la española en 1921 y consiguió el triunfo en la Batalla de Annual fue cuando le viene la idea de organizar a las tribus del Rif. Al mismo tiempo Abd el-Krim mantuvo lo que tenían antes los rifeños: no estaban bajo el mando del Sultán de Marruecos, ni le pagaban impuestos, y organizó la Asamblea Popular de las Tribus del Rif. Su figura estaba ahí, pero no era la figura de un líder como en el caso de los comunistas, que hay que hacer lo que diga, sino que todo se decidía a través de una asamblea.

3) Según tengo entendido, recientemente, ha sido la campaña electoral en Marruecos. Hay alguna organización de izquierda, como la Vía Democrática, que boicotean las elecciones por no ser limpias ¿Crees que ese contexto es favorable a las ideas de democracia directa del anarquismo o la gente está esperando que se establezca una democracia burguesa homologable a las occidentales?

N. Yo creo que la posición de la Vía Democrática es admirable, de tener la valentía de salir a la calle, a boicotear esas elecciones y hacer concentraciones, manifestaciones, a pesar de la represión que hay. Pero la mayoría de partidos, incluso mucha gente, está deseando una democracia de tipo europeo: burguesa y capitalista. Incluso he oído opiniones de algunos miembros de la Vía Democrática, y también de un partido que se llama Izquierda Unida, que ven como la monarquía parlamentaria española pudiera ser un ejemplo a seguir.

4) ¿Qué posición crees que debe adoptar el anarquismo respecto al nacionalismo amazig? ¿Y el árabe?

N. A ver, yo estoy ante los dos nacionalismos. El amazig, incluso, me enfado bastante con él y el árabe también lo mismo. Esto es política y hay que entrar a fondo: el nacionalismo ese amazig no destaca en ninguna lucha de clase, pues es una lucha cultural y por la lengua. Y no les importa tener aliados, en cualquier zona, incluso con el sionismo y eso me hace cabrear mucho. Incluso he tenido discusiones con algunos amazigs aquí en Cataluña, en la asociación de Cornellà sense Fronteres y, no sé, consideran al sionismo como aliado y todo el mundo sabe que el Estado de Israel es imperialista y capitalista, puesto ahí con el apoyo de Occidente, y encima de la gente del pueblo palestino. En cuanto al nacionalismo árabe, pues, lo mismo: lo que no estoy de acuerdo es que me niega mi cultura y mi lengua.

Me cabrea bastante el dicho ese: el Mundo Árabe des del Golfo Pérsico hasta el Atlántico. Y en el Norte de África hay amazigs. Cuando hablamos del nacionalismo árabe y el panarabismo hay que tener en cuenta regímenes como el de Argelia de Boumediene o el de Gaddafi, con sus juegos sucios, que eran panarabistas. Ya ves donde te lleva. Lo primero que hacen es reprimir la libertad del ser humano. Hay que hacer lo que diga el líder y lo que digan ellos.

5) ¿Qué posición crees que debe adoptar el anarquismo respecto movimientos islamistas como Justicia y Caridad? ¿Es problemático confluir puntualmente en la calle con ellos, en las protestas contra el Régimen?

N. Yo lo comenté, recientemente, con algunos compañeros y algunos militantes de la Vía Democrática ya que es su postura últimamente. Los islamistas no son de fiar. Y te lo digo tal y como es. Te la pueden jugar en cualquier momento. Y los de la Vía Democrática lo saben perfectamente. En el Movimiento 20 de Febrero los dejaron tirados en la calle. Hicieron una retirada que la llamaron la retirada técnica y nadie sabe porque, todavía no dieron explicaciones, se retiraron. Pero, al mismo tiempo, los islamistas son listos. Últimamente, aun así, me estoy planteando mi manera de ver las cosas y creo que está bien aliarnos con ellos en la calle, pero no más allá. Hacer una alianza en la calle, en las manifestaciones, en las movilizaciones ¿Por qué? Porque mientras más divisiones, le das una oportunidad al Régimen, a la Monarquía, para decir aquí Yo soy el mediador: el Régimen quiere dar la impresión de que si no fuera por él habría Guerra Civil entre facciones.

El enemigo común es la Monarquía. Si hay una alianza en la calle, solo en la calle, está bien para no dar la oportunidad a esta para decir que soy yo el salvador, el árbitro o el mediador que evita el conflicto.

6) ¿Qué opinión te merecen organizaciones marxistas como la Vía Democrática? ¿Conoces alguna otra?

N. Si, hay otras organizaciones como un partido que se llama Taliah (?), pero a mi la Vía Democrática me merece respeto, sobre todo, por mantener su dignidad, no caer en el error en el que han caído muchas organizaciones de izquierda en Marruecos, en su posicionamiento, y eso hay que verlo y hay que valorarlo. Básicamente, me refiero a su postura sobre el Sáhara Occidental: una organización política en Marruecos que diga que el pueblo saharaui tiene su derecho a la autodeterminación, es muy valiente, no es fácil de pronunciarlo dentro de Marruecos. Y la Vía Democrática lo mantiene desde que se fundó en los años 70. No hay ninguna otra organización política que se atreva a decirlo públicamente.

7) ¿Qué balance haces del desarrollo del movimiento de solidaridad con la lucha en el Rif aquí en Cataluña?

N. A ver, yo creo que no es momento de valorarlo aún. Tenemos más derrotas que otra cosa. El movimiento aquí en Cataluña y en el resto de Europa ha tenido muchos errores, y no son solo errores pequeños, sino grandes. Ya que hay una división en el pueblo rifeño, tanto ahí como en la diáspora, que necesita muchos años para subsanarse.

8) ¿Verías factible la legalización de una organización anarquista en Marruecos, siguiendo la línea de otros grupos de la izquierda radical, como la Vía Democrática? ¿O crees que debería matizar tanto su discurso que sería contraproducente?

N. Yo lo veo difícil, en Marruecos es muy difícil, incluso teniendo en cuenta que se están alzando voces en el país exigiendo la ilegalización de la Vía Democrática, por su posicionamiento en el tema del Sáhara o en otros temas sociales. Imagínate una organización anarquista…no. Es dificilísimo y además en las últimas décadas el Régimen se ha vuelto más agresivo incluso, según mi punto de vista, de la época de Hasan II. Y además esta con carta blanca: puede hacer lo que le da la gana, puede llegar a cualquier nivel de represión. Hay periodistas presos, bereberes presos, presos políticos…presos de cualquier movimiento en Marruecos y suma y sigue. A finales de los 90 y principios de los 2000 intentaba maquillarse un poco. Legalizó algunas organizaciones políticas como la Vía Democrática pero hoy en día esta en un plan aquí estoy yo, también de cara al exterior, entrando en conflicto con países europeos.

Aunque, por otra parte, a estos ya les va bien que estén los que están. El Régimen juega la carta, frente a los países europeos, de si no estamos nosotros habrá problemas con la seguridad, inmigración etc. Esa es su baza.

9) ¿Quieres añadir algo más?

N. Si no te importa algunas críticas al anarquismo europeo. Veo mucha fractura. Sobre todo, aquí en Barcelona. Lo vi en el 1º de mayo: una CNT y otra CNT. Eso es triste ¿no? Al mismo tiempo te haces la pregunta ¿Y ahora que hacemos como anarquistas? Creo que se dejan oportunidades pasar. También me he encontrado con mucha gente que se sienten los anarquistas puros y piensan ¿Cómo un moro va a ser anarquista? Eso también me ha pasado muchas veces. Estaría mucho mejor aprovechar las oportunidades, en movilizaciones sociales, que a lo mejor en el fondo podamos no estar de acuerdo, pero intentar entrar a ver si conseguimos algo. Lo del 15-M estaba un poco caliente y se nos pasó; lo aprovecharon estos cuatro perros que ahora están en Podemos. En la PAH había gente de todo, sin ideología, marroquís, latinoamericanos, desahuciados fachas que son pobres y vienen ahí, más gilipollas que fachas porque los de verdad tienen pasta, pero están ahí. Esa organización de la PAH no tiene que ser de anarquistas puros y hay que aprovecharlo porque ocupan bancos y luchan en la calle.

Reflexiones:

La idea en la que insiste N., sobre la relación entre el comunalismo africano y el anarquismo, es defendida también por los anarcosindicalistas nigerianos de la Awanaress League, Sam Mbah e I.E. Igariwey, en su obra África Rebelde. Comunalismo y anarquismo en Nigeria (Alikornio Ediciones, noviembre 2000). Es cierto que muchas tribus han tenido una estructura descentralizada y assamblearia y en donde el prestigio guerrero no era igual al poder. Aun así, tampoco se pueden idealizar estas formas de organización porque hay que ver como se adaptan a un contexto social distinto crecientemente urbanizado. Su crítica a las posturas del intelectualismo marxista es muy pertinente y tiene como uno de sus corolarios el crecimiento de la alternativa islamista. En este sentido, el pensamiento libertario del argelino Sail Mohamed (1894-1953) ya apuntó esta crítica en su momento.

Si bien N. en ningún momento manifiesta una opinión en este sentido, tampoco nos debería extrañar las posturas pragmáticas (o claudicantes, como consecuencia de la feroz represión, si se prefiere) de algunos grupos de la izquierda marroquí, tendientes a ver como alternativa un régimen monárquico parlamentario como el español. A veces, desde una posición de falsa superioridad moral, podemos caer en una crítica que ve la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el propio. Así, entre algunos sectores, minoritarios de acuerdo, del movimiento libertario español se propició una alianza con los falangistas del Sindicato Vertical (cincopuntismo) o se tanteó a Don Juan de Borbón, exiliado en Estoril (Portugal), para propiciar también un régimen monárquico parlamentario, en España, bajo su regencia (fueron conocidos como anarcomonárquicos como nos recuerda César M. Lorenzo en su obra Los anarquistas españoles y el poder). Entonces, no debería extrañarnos tanto la presencia de estas iniciativas en Marruecos, sin que esto signifique, por supuesto, que las tengamos que justificar en absoluto.

Uno de los asuntos más polémicos, y que pueden chocar a simple vista, es la defensa de N. de una alianza (o confluencia) en la calle con los islamistas de Justicia y Caridad. En la izquierda del mundo árabe e islámico te encuentras desde posturas, totalmente contrarias a esto, que asimilan islamismo y fascismo (normalmente los comunistas de línea oficialista) hasta aquellas que aceptan esta convergencia puntual (otros izquierdistas como trotskistas o maoístas). Lo primero que hay que señalar es que, en Marruecos, están los islamistas del sistema (Justicia y Desarrollo) y los que están en la oposición (Justicia y Caridad). Estos últimos, como bien dice N., son listos y juegan a la ambigüedad o directamente al silencio cuando salen temas como el derecho al aborto o la homosexualidad. Pero, sobre todo, hay que tener en cuenta su importante implantación entre el pueblo empobrecido lo que hace inevitable encontrárselos en la calle.

Hay quien piensa también que la ambigüedad, calculada o no, de su discurso podría permitir atraer a parte de sus bases. Respecto a la posible legalización de una organización anarquista quizás no se haya formulado bien la pregunta: quería señalar hasta que punto se vería posibilitada de desarrollar su propaganda en un escenario como el marroquí. N. ya ha dejado claro la enorme dificultad de este hipotético escenario. Finalmente, me parece claro que deberíamos trabajarnos nuestros prejuicios racistas en el movimiento, algo que siempre viene advirtiendo el compañero Peter Gelderloos.

                                                                                                                                             Alma apátrida

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