
El pasado sábado 13 de julio de
2019 a las 19:00 horas se realizó en el Centro Social Autogestionado Can Vies, organizada
por Can Migra (espacio de lucha antirracista de Sants) y Cibal (Embajada
barcelonesa del movimiento social burkinés “Escoba Ciudadana”), una conferencia
sobre la situación de los diferentes movimientos sociales en el África
Subsahariana y el impacto que han tenido en los cambios políticos recientes en
varios países. Si bien por estos lares no se ha tenido demasiada información,
hay que tener en cuenta que las llamadas “Primaveras Árabes” también tuvieron
sus homólogas en esta región del continente, aunque no recibieran atención
ninguna por parte de los medios de comunicación de masas en España.
El ponente nos explicó que una de
sus características actuales es el uso de las herramientas tecnológicas como
Internet para promover la movilización. Ante este hecho hizo una pequeña
reflexión acerca de si esto comportaba más ventajas que inconvenientes,
afirmando que en este caso se inclinaba más por lo primero. Uno de los ejemplos
que expuso, fue la Plataforma “Ushuhidi”, software sobre los hechos de violencia
en el proceso electoral en Kenia: en tiempo real, a través del Smartphone, se
podía conocer los colegios electorales donde estaba habiendo situaciones
conflictivas y precaverse. Ante esto, afirmó que se trata de herramientas que
salen de forma autogestionaria por los propios ciudadanos para cumplir una
función que, en este caso, deberían desempeñar las autoridades y no lo hacen
por desidia o interés.
Otra que nombró es la red
“Africtivistes” que agrupa a miembros de diferentes movimientos de la región y
ciberactivistas. Estas expresiones organizativas se tratan de un “tour de
force” contra unas élites políticas que acostumbran a eternizarse en el poder.
De hecho, muchos de estos movimientos aparecen ante la decisión del Presidente
de turno de repetir mandato, contraviniendo los preceptos constitucionales (hay
que tener en cuenta que muchos países africanos tienen sistemas
presidencialistas plenos y la limitación de mandato está pensada, en principio,
para limitar su poder). Los planteamientos son de democracia “real” o
“participativa” agrupando cada año a más gente en los encuentros regulares que
se realizan entre distintos países. También constituyen sus propias iniciativas
de autoformación como la “Université Populaire de l’Engagement Citoyen”.

En Senegal existe el movimiento
“Y’en a Marre”, relacionado con la música y la cultura rasta de los jóvenes,
que protesta contra el anquilosamiento de la situación política (hay que tener
en cuenta que, en los países africanos, se da un fuerte conflicto generacional
entre cierta gerontocracia política y una juventud pujante que no se siente
representada por estas élites). Surgió como alternativa al M23, supuestamente
con los mismos objetivos pero con la presencia de políticos que fueron
rápidamente cooptados por las estructuras clientelares. El ponente usó la
expresión “hermano menor” para señalar que “Balai Citoyen” (“La Escoba
Ciudadana”) de Burkina Faso nació inspirada por el “Y’en a Marre” senegalés.
También en este caso estaba la intención de evitar la re-elección de Blaisé
Campaoré (quien hizo un Golpe de Estado contra el Gobierno socialista-populista
de Thomas Sankara, en el que se inspira el movimiento).
También citó otros movimientos
como “Wake Up” de Madagascar o “Das le Bal” del Congo. Señaló la importancia de
la propaganda que hacen algunos cantantes comprometidos como “Valsero” sobre
todo teniendo en cuenta el riesgo que corres de acabar en la cárcel y la poca o
nula repercusión que tiene en la opinión pública occidental. Este fue un tema
recurrente durante la charla: el ponente afirmó que en muchas ocasiones los
dirigentes autoritarios africanos creen que están legitimados para hacer
cualquier cosa con la población siempre que cuenten con la anuencia o el
silencio cómplice de las antiguas metrópolis. Otros movimientos citados fueron
“Iyina” del Chad o “Filimbi” también del Congo, el objetivo de este último es
influir en las políticas de género, educación, salud, violencia etc.

Señaló que estos movimientos
sociales, a pesar de la brutal represión, han conseguido victorias palpables
como, por ejemplo, echar del gobierno a Blaise Campaoré en Burkina Faso quien
llevaba 27 años en el poder. En este país, posteriormente a la caída del
Dictador, se creó un Gobierno de Concentración o Unidad Nacional con varias
fuerzas políticas, en el que la “Escoba Ciudadana” no entró, para liderar una
Transición que fue abortada por otro golpe de Estado, sucesivas movilizaciones
y posteriores elecciones. Los procesos de cambio social y político en la región,
como vimos, sufren avances y retrocesos por la acción de las fuerzas
autoritarias que se resisten al cambio y que no dudan en utilizar la violencia
contra activistas, como el burkinés “Smoke” a quien llegaron a lanzar una
granada dentro de su casa. El ponente concluyó con la necesidad de reforzar las
relaciones Norte-Sur entre los diferentes movimientos sociales y difundir las
luchas sociales africanas silenciadas deliberadamente por los medios masivos de
desinformación.

Se finalizó lanzando un mensaje
de apoyo a los migrantes que se encerraron en el Panteón de Paris demandando su
regularización y se animó a apoyar y extender su lucha.
Alma apátrida
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