Crónica de la charla-presentación del libro “Un Paso al Frente” del Comandante Ramiro del FPMR en el Ateneo Libertario del Palomar

I

El pasado viernes 17 de mayo a las 19:00 horas se realizó en este espacio anarquista del barrio del Palomar la presentación de las memorias de Mauricio Hernández Norambuena, militante del marxista-leninista Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), actualmente preso en Brasil por el intento de secuestro de un destacado empresario. Primeramente, se proyectó un video donde aparecen varios momentos de la historia de la organización de los que recuerdo la sangrienta “Operación Albania” que acabó con la vida de 12 frentistas a manos del Centro Nacional de Informaciones (CNI), posteriormente empezó la charla donde el ponente se hizo la primera pregunta ¿Por qué como anarquistas estamos reivindicando una guerrilla marxista? A lo que respondió que en la solidaridad de clase creada en las movilizaciones de calle hay un encuentro entre los libertarios y antiguos militantes del FPMR.

También quiso señalar que el auge del movimiento anarquista chileno en los 90 no se puede entender sin el accionar continuado del Frente en los 80, en una época en que las protestas populares contra el régimen de Augusto Pinochet adquirieron tintes insurreccionales y cuya represión brutal causó más muertes que durante el Golpe Militar de los 70. En esta época Pinochet arrasó con la Unidad Popular, período político en el que se llegaron a ocupar por los trabajadores unas 1500 fábricas en el movimiento de los “Cordones Industriales” que el ponente relacionó con el consejismo. A esto hay que añadirle la toma de tierras por parte de los campesinos e indígenas mapuches en la que tuvo un papel destacado el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

En la represión de la Dictadura no sólo participaron militares chilenos sino argentinos, uruguayos y brasileños en el marco de la tristemente célebre “Operación Cóndor”. Posteriormente, los perseguidos políticos se exiliaron en países como Argentina, Suecia y Australia no volviendo muchos de ellos. Una vez dicho esto, el ponente volvió a retomar el tema de la agitación social en los barrios pobres durante la década de los 80 (que tienen un precedente en los años 50) en un momento en que se produce un cambio de moneda y Constitución, a esto quiso señalar que es el único país (entiendo que de los formalmente “democráticos”) que posee un texto constitucional que proviene, o sea que fue redactado entonces, de una Dictadura Militar.

II

El origen del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) está en la reunión que se produjo en Moscú donde se acuerda la política de “sublevación de masas” por la dura situación socioeconómica que estaba sufriendo la población trabajadora de Chile. Las acciones del Frente consistieron, en un primer momento, en la realización de pancartas, rayados (pintadas) y sabotajes eléctricos. La primera gran acción consistió en la invasión de una radio donde se llamó a la lucha armada contra Pinochet (en aquel momento se autodenominaron “Frente Cero”). Posteriormente, se produjeron los primeros asaltos a bancos. Los militantes del FPMR tuvieron estrechas conexiones con la Revolución Sandinista en Nicaragua hasta el punto de que existió un frente de chilenos entre los combatientes guerrilleros que entraron en Managua para derrocar a Somoza.

Debido, en parte, a los contactos que tenía el Frente entre algunas individualidades de la alta burguesía chilena, se consiguió, entre el 82 y el 83, entrar en el país 40 toneladas de armamento con el “handicap” de la poca discreción de algunos simpatizantes que esperaban el cargamento con fogatas nocturnas cantando “La Internacional” y que levantaron la liebre a los temidos esbirros del Centro Nacional de Informaciones (CNI). El autor del libro, Norambuena, era miembro de la juventud comunista y, luego, ingresó en el FPMR. El Frente usaba un Club de Fútbol como tapadera de sus actividades insurgentes. En su momento de auge eran unos 5000 miembros más el doble de “ayudistas”. Ante la ola de protestas que iba incrementándose, Pinochet salió llorando por televisión diciendo que no podía acabar con el “cáncer comunista” que azotaba la Nación.

Ante esta situación se produjo la operación más sonada del Frente, el intento de ejecutar al Dictador. Para ilustrarnos sobre la envergadura del plan, el ponente nos explicó que a los guerrilleros que iban a participar en la acción se les preguntaba si estaban dispuestos a morir pues había un 70% de posibilidades que así fuera. Alrededor de 40 personas se trasladaban con Pinochet en diferentes vehículos, los guerrilleros llevaban consigo 4 bazucas para darle muerte. Parece ser que la operación falló ya que dispararon de muy cerca y el proyectil necesitaba una distancia mayor para no errar el tiro. Dicen que el Dictador se escondió detrás de su nieto que siempre le acompañaba con la aviesa intención, por parte del militar, de que le sirviera de escudo humano. Los guardaespaldas, presos del pánico, saltaron por un barranco contiguo quebrándose las piernas.

III
Al final del período presidencial “de facto” de Augusto Pinochet, el Partido Comunista cambia de estrategia y decide desmarcarse e intentar desmovilizar al Frente coincidiendo con el escenario internacional de fin de la “Guerra Fría” y la voluntad de las élites pinochetistas de reinventar una dominación con tintes democráticos. La estrategia del Partido Comunista no surte efecto y el 90% de frentistas deciden continuar con el accionar de la organización. En estas se produce el referéndum sobre la continuidad de Pinochet en el gobierno. El FPMR estaba convencido de que ganaría el “Si”, y como consecuencia tenía previsto un plan de levantamiento armado avanzando des del campo a la ciudad, pero salió el “No”. Aun así Pinochet seguía siendo Jefe de las Fuerzas Armadas. En estas el Frente decide empezar a ajusticiar a miembros destacados de la represión durante el período dictatorial pero ya habían perdido la mayor parte de su base social.

En esta fase una de las acciones más sonadas fue el secuestro del hijo del director del periódico “el Mercurio”, medio partidario del régimen. También ejecutaron a Jaime Guzmán, ideólogo del pinochetismo y fundador de la “Unión Democrática Independiente”, un sujeto que decía que estaba a favor de la pena de muerte porque en el momento que te llega la bala puedes arrepentirte. El conferenciante señaló la paradoja de que esa expresión se cumpliera en su misma persona. También señaló, en la época, la presencia de otras organizaciones guerrilleras revolucionarias como el MAPU-Lautaro que era más de base, más foquista (doctrina militar del “Che” Guevara” consistente en crear “focos” de insurrección, concretamente situados, con la idea de su propagación por imitación) y menos ortodoxo que el FPMR. Los militares llegaron a asesinar a 13 personas en un autobús solo porque en él había dos lautaristas.

IV

El ponente ya para acabar, y dejar paso a las intervenciones del público, comentó algunos detalles de la “Operación Vuelo de Justicia” donde un grupo de frentistas escapó de una cárcel de máxima seguridad usando un helicóptero, de los guerrilleros que huyeron aún hoy en día hay dos fugados que las fuerzas represivas no han logrado detener. En las intervenciones posteriores se recordó el sufrimiento psíquico que supone la táctica militar de desaparecer a las personas pues no tienes un lugar fijo donde ir a llorarlos ya que ni siquiera sabes si siguen con vida, así como las estrategias de cooptación de los movimientos sociales, como la revolución estudiantil de los pingüinos, incorporando a las listas electorales a sus principales activistas, como ha hecho el Partido Comunista con esta. También se recordó la imposibilidad de volver al país, aún hoy en día, de muchos exiliados debido al artículo 9 de la Constitución que sigue persiguiendo las acciones guerrilleras hechas entonces.

Puede sorprender, a simple vista, la reivindicación anarquista de una guerrilla marxista-leninista como el FPMR pero si analizamos la historia chilena y latinoamericana nos daremos cuenta que, ante el repliegue del anarquismo en muchos de estos países a partir de la década de los 30, la juventud libertaria actual ha tenido que beber de diversas fuentes, teóricas y prácticas, que no coinciden demasiado con la ortodoxia ácrata. Por ejemplo, en otros países como Venezuela, los compañeros de “El Libertario” han reivindicado, para la época de la “democracia” del Pacto de Punto Fijo, el marxismo heterodoxo del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Simón Sáez Mérida y Domingo Alberto Rangel. Sí que sorprende, aun así, el centrar-se preferentemente en el marxismo-leninismo más ortodoxo del Frente antes que en el MIR o el MAPU-Lautaro quizás debido a su menor influencia social en la época.
                                                                                                                                                                         Alma apátrida

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