a 38 años de la Huelga General contra el Golpe de Estado Militar en Uruguay: algunas reflexiones y enseñanzas …


El pasado viernes 8 de Julio a las 20.00 horas se realizó en el local de la federación Anarquista uruguaya (fAu), Magallanes 1764 y La Paz, la charla-debate “Desarrollo y contexto de la Huelga General” a cargo del historiador Universindo Rodríguez en conmemoración del 38 aniversario de la Huelga General que, a partir del 27 de junio de 1973 y con la prolongación de 15 largos días, enfrentó el Golpe de Estado Militar con la anuencia de la fachada civil que representó la Presidencia de la República en manos del ultraderechista Juan María Bordaberry. Este hecho es un auténtico hito en el movimiento sindical uruguayo y latinoamericano por cuanto supone el ejemplo más importante del intento de detener una de las asonadas militares que sacudieron la región en los setenta mediante una acción coordinada de la clase trabajadora. 


Las fuertes y asimétricas contradicciones existentes dentro de la unitaria Convención Nacional de Trabajadores (CNT) con una mayoritaria corriente “posibilista”, encabezada por los militantes sindicales del Partido Comunista del Uruguay (PCU), y otra “radical” donde participaba un heterogéneo conglomerado revolucionario con militantes sindicales del Movimiento “26 de Marzo”, próximos ideológicamente al foquismo “insurreccional” del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), la libertaria Resistencia Obrero Estudiantil (ROE) o la izquierda cristiana de los Grupos de Acción Unificadora (GAU), fue para Andrés Capelán (exmilitante de la organización revolucionaria estudiantil FER-68) en su artículo para Rebelión “A 33 años de la huelga general que nunca se decretó” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=33757 la causa principal de la derrota del movimiento obrero y popular respecto a las Fuerzas Armadas, incidiendo en el hecho de que la Huelga General tiró adelante no gracias sino a pesar de la dirección reformista de la Convención y fue desconvocada por esta contra el sentir de los sectores sindicales más combativos y el pueblo resistente, que expresaron su desacuerdo en el conocido documento de “las tres f” (de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida; del sindicato de la Fábrica Uruguaya de Neumáticos Sociedad Anónima y de la Federación Uruguaya de la Salud) donde se criticaba duramente las posiciones claudicantes del PCU en el terreno laboral y su tremendamente errónea ilusión “peruanista” respecto de las Fuerzas Armadas (por “peruanismo” se conoce las doctrinas militares “revolucionarias” o “progresistas” en América Latina a raíz del llamado “Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas” en el Perú de los años 70).


Andrés Capelán, después de reflexionar sobre el levantamiento de una huelga que desataría la feroz represión, arresto, torturas y exilio de una parte considerable de la población del país, asume la carencia de medios para enfrentar el Golpe que se dio y se pregunta, en un ejercicio de “historia contra fáctica” (o sea de “que hubiera pasado si…”) sobre el desarrollo de los acontecimientos si el accionar armado del foquismo insurreccional tupamaro o del anarquismo de la Organización Popular Revolucionaria-33 Orientales (OPR-33) hubiera continuado su curso. Todas estas cuestiones, algunas no exentas de polémica, se trataron en la charla-debate de este viernes así como hechos relevantes de esta movilización obrera. Así algunos compañeros recordaron impresionantes movilizaciones de hasta 2000 trabajadores en una fábrica de alpargatas de Montevideo poniendo en duda (con un pesimismo innecesario quizás debido a la agitación sindical creciente) sobre si podrían darse hoy dada la situación actual del movimiento obrero y popular en Uruguay, se enfatizó lo excepcional del caso uruguayo por ser el único país de la región que enfrentó contundentemente un Golpe Militar con la movilización total de la clase trabajadora, a diferencia de otros países donde se dieron acciones guerrilleras o conflictos obreros aislados como Argentina y Brasil, o la cita del “miedo” como causa fundamental para la derrota y represión posterior, o también la participación entusiasta de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). También se enfatizó en que el llamado “documento de las 3 f” afirmaba sin tapujos que la Dictadura estaba planteada de antemano, también se puntualizó el hecho de que al ser desarticuladas las organizaciones armadas el pueblo quedo enfrentando los militares en condiciones totalmente asimétricas.


Algunas de las polémicas más encendidas de la charla-debate refirieron a supuestas o posibles debilidades de fondo en el proceso que, por impulso de militantes sindicales libertarios, entre otros, como León Duarte o Gerardo Gatti, llevó a la unificación del movimiento sindical uruguayo en una sola convención sindical unitaria donde “convivían” polémicamente sus cuatro corrientes históricas (anarquistas, socialistas, comunistas y socialcristianos): Así, en este sentido, algún compañero planteó que la disolución del anarcosindicalismo de centrales como la F.O.R.U. o la U.S.U. encorsetó a sus herederos dentro de una estructura burocrática difícil de superar, otros plantearon la necesidad estructural de este proceso de unificación debido a peculiaridades nacionales/continentales de complejo análisis, así como profundamente distintas de otros contextos (para entender un poco más este complejo panorama histórico, si bien algunas ideas habría que pulirlas, puede leerse “La Federación Anarquista Uruguaya (FAU) y la transición de la matriz política “liberal” a la “nacional-popular”. (1956-1973)” http://alma-apatrida.blogspot.com/2010/10/la-federacion-anarquista-urugu ), y varios el hecho de que fue, pese a las críticas, un acierto estratégico por cuanto sin la Convención no podría haberse desarrollado una movilización de masas como esta Huelga General o, al menos, hubiera sido más dificultoso. Aún así este debate quedó en cierta manera abierto.


Otra polémica de interés fue la que planteó la diferencia entre las estrategias del accionar armado: así se criticó por parte de alguno de los asistentes la visión del foquismo “insurreccional” de los tupamaros por cuanto la visión simple de que el accionar armado podría llevar a la revolución, al margen de otras consideraciones, significaba una reproducción mecánica del ejemplo de la Revolución Cubana a contextos diferenciados. Resulta útil para la reflexión histórica sobre estos acontecimientos, tan necesaria en el Uruguay, este texto aparecido en la publicación libertaria clandestina “Cartas de fAu” (extracto del documento llamado COPEI) http://www.cedema.org/ver.php?id=3177 de los anarquistas de fAu-OPR (hay que recordar que el accionar de la segunda estaba condicionado por las orientaciones de la primera), pues supone una crítica tanto al “dogmatismo insurrecional” de los tupamaros como al “dogmatismo legalista” de los comunistas: si bien algunas de sus afirmaciones sobre el anarcosindicalismo son cuestionables o la relación que se establece entre trabajadores y representantes, y sobre todo sus contradicciones, son entendibles dentro del panorama sindical que se ha comentado. Por supuesto, la nota final de “Punto de Fuga”, sobre el carácter “leninista” de fAu, es absolutamente rechazable pues demuestra un desconocimiento de la complejidad teórica del anarquismo (Malatesta, Bakunin) y de los debates internos de esta organización.


Al margen de todas estas consideraciones concretamente situadas, la Huelga General del 73 uruguayo deja, a mi entender, algunas enseñanzas para el país, el continente y quizás para el mundo: a) el esfuerzo reflexivo y práctico que hay que hacer para compaginar, por una parte, el fomento de la potencialidad que tienen las movilizaciones sociales y la crítica que se debe realizar, por otra, a las contradicciones insoslayables que existen dentro de estos movimientos, no para dinamitarlos sino para hacerlos avanzar, pues la revolución se hace fundamentalmente para trastocar la estructura de clases de la sociedad y no para reproducirla y b) el rechazo de las concepciones vanguardistas y el esfuerzo por intentar comprender los diferentes niveles de compromiso que puedan existir como resultado mayormente de condicionantes asimétricos varios que precisamente la lucha debe buscar incesantemente corroer. En definitiva, avanzar hacia una comprensión de que algunas de las “pluralidades” que se dan en las luchas sociales están íntimamente ligadas a condiciones desiguales de expresividad política que hay que ir limando sin que se entienda por esto que haya que dejar de celebrar aquellas que son resultado de la igual libertad de expresión de las diferentes individualidades (y sus distintas problemáticas) pues no hay que dejar de tener en cuenta que lo que se viene a llamar “consciencia colectiva” no es más que una metáfora de lo que piensa cada uno de nosotros, eso sí, con estructuras psíquicas idénticas y problemáticas tanto comunes como diferenciadas…


¡Salud y lucha obrera y social contra todas las formas que adquere el dominio!


Alma Apátrida (tiranos ¡Temblad!*)


Un documental interesante, que se proyectó el viernes, sobre los hechos “A las cinco en punto: Golpe del 73”


http://www.youtube.com/watch?v=JR3r-Z4JalI (Parte 1)


http://www.youtube.com/watch?v=vwCr3eDDSZw&feature=related (Parte 2)


http://www.youtube.com/watch?v=hAx3hoSaQqg&feature=related (Parte 3)


http://www.youtube.com/watch?v=GnAxKs3SJ1Q&feature=related (Parte 4)


http://www.youtube.com/watch?v=_6_OQO91OGw&feature=related (Parte 5)


http://www.youtube.com/watch?v=pjKMsbQJKvw&feature=related (Parte Final)


(*) Estribillo del himno nacional: lo paradójico de esta cita es que precisamente esta parte del himno de un Estado caudillesco creado en buena parte al servicio de la oligarquía local e internacional (contraviniendo el inicial proyecto popular, federal y revolucionario para la época del artiguismo y con la anuencia del “metomentodismo” británico burgués) como tapón geopolítico estatal argentino-brasileño, se transformó, a través de la pequeña estrategia de resistencia de alzar la voz ante el “tiranos ¡Temblad!” en la época de la represión y de la posterior dictadura militar, en una proclama popular contra el autoritarismo. Así, de forma también paradójica, los militares uruguayos perseguían en los actos públicos a quienes cantaban con demasiado entusiasmo este estribillo del himno. Este mismo gesto se pudo oír en la tradicional convocatoria de la “Marcha del Silencio” de este año 2011 por los desaparecidos de la dictadura, que agrupó a decenas de miles de personas, siendo una de las más concurridas de los últimos años. 


Esta última apreciación quizás vaya acompañada de cierto incremento de la conflictividad sindical, cuyo ejemplo más notorio fue la reciente y combativa huelga de recogida de basuras del sindicato municipal ADEOM y que motivó un “decreto de esencialidad” que sacó a los militares a hacer de carneros (esquiroles): una medida que no se recordaba desde los oscuros años dictatoriales, así como también algunas ocupaciones, asambleas y paros parciales recientes como las de los Supermercados Ta-Ta o los de la Biblioteca Nacional, y social con las protestas contra la mega minería a cielo abierto, las razias policiales en los barrios pobres (donde en una de ellas hubo represión y enfrentamientos en el Ministerio del Interior), los “escraches” de la Plenaria “Memoria y Justicia” frente a varios domicilios de torturadores de la dictadura, o las producidas por el desalojo de los artesanos callejeros en la céntrica Plaza Cagancha de Montevideo.

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