Anarcocomunismo y postmodernismo libertario: crítica al folleto “afinidad y organización informal” editado por Hourriya

El pasado sábado 7 de diciembre, se presentó en el Ateneo Libertario del Palomar (c/llenguadoc, 25) este folleto editado por “Hourriya” (“Libertad” en árabe). Después de asistir, participar, escuchar atentamente el resto de intervenciones y finalmente leerlo me vienen a la mente una serie de reflexiones que me gustaría compartir con el resto de compañeras y compañeros anarquistas. Ahí va.

1) La apología sin más de la “pluralidad” puede serlo también de la desigualdad

Respecto de la introducción, utilizando un lenguaje ciertamente abstracto, se hace una defensa de la “heterogeneidad de lo múltiple contra las pretensiones aplastantes del Uno”. Si fuéramos más allá de la arabidad del nombre del colectivo editor y nos adentráramos en las profundidades del legado filosófico y teológico de este pueblo semita, encontraremos que la idea de “unicidad divina” (al-tawhid) contra el politeísmo (shirk) es uno de los ejes pivotales del pensamiento islámico. Llegados a este punto algunos compas podrían preguntarse ¿Qué tiene que ver esta discusión con el anarquismo? Me explico, si bien Karl Marx y Mikhail Bakunin se enfrentaron agriamente por cuestiones de táctica y estrategia no lo hicieron tanto en sus concepciones filosóficas que eran deudoras del materialismo.

Una interpretación materialista, entonces, de la lucha ideológico-religiosa que desarrollaron los primeros musulmanes monoteístas en la Arabia del siglo VII E.C., contra la oligarquía politeísta de la Meca, tiene relación con la agria lucha de clases entre los desposeídos y esclavos contra sus ricos mercaderes acaparadores ¿Por qué se servían en este combate de la idea de la “unicidad divina”? Entendiendo siempre de que época histórica estamos hablando, muy lejana de las modernas ideas que dieron lugar al nacimiento del socialismo y el anarquismo, los dioses de las religiones politeístas suelen integrar la idea del “Bien” y el “Mal” en su seno, impidiendo así la lucha de los contrarios que (en el caso del triunfo del primero) produce el cambio social revolucionario. Así, la idea de al-tawhid está asociada necesariamente, en un inicio, a la lucha por la igualdad.

Así no es de extrañar que dicha introducción termine con la inquietante frase “El mundo al que aspiramos no puede ser un continente regido por una única ley, la de la justicia social decretada de forma unánime, sino más bien un archipiélago de mil experimentaciones”. El uso del adjetivo decretada (que hace fruncir el ceño a cualquier anarquista por su relación semántica con el Estado) no puede obviar la conexión implícita entre el rechazo de la justicia social y la defensa del pluralismo de estas mil experimentaciones. La disyuntiva entre igualdad y pluralidad está servida en este apoteósico final. Por mucho que se intente disimular retóricamente estas mil experimentaciones significarán seguramente jerarquizaciones de clase, género, etnia etc. Desde luego, personalmente, no me parece un buen comienzo y no me siento partícipe de este tipo de anarquismo.

2) Los Amigos de Durruti y la concepción de la afinidad en Hourriya

El 15 de marzo de 1937 una serie de compañeros anarquistas, descontentos con la militarización de las milicias y la colaboración gubernamental de la CNT-FAI, crearon esta agrupación libertaria con tan simpático nombre. Personalmente, el nombre escogido, así como su cabecera El Amigo del Pueblo, me parece paradigmático de las concepciones anarquistas críticas con la deshumanización del militantismo y la alienación que produce respecto a las relaciones fraternas que deberían preponderar entre los seres humanos, más si cabe entre los que están implicados en la misma causa. Está claro que el “ala izquierda” del movimiento libertario buscaba usar social e ideológicamente la idea de amistad como hecho diferencial respecto las organizaciones políticas autoritarias. Así que no entiendo demasiado el apunte, hecho en el folleto de Hourriya, para diferenciar afinidad de amistad que no creo tenga demasiado que ver con la idea de “dormir juntos”.

Francesco Alberoni, sociólogo italiano, se deshace en elogios respecto al que considera “uno de los más antiguos vínculos humanos” respecto al que afirma que dice siempre, incluso delante de la muerte “no hay de qué”. Puede que fuera un miembro de la Academia burguesa y Presidente de la Televisión Nacional Italiana, es decir, un conspicuo representante de la cara amable del capitalismo, pero si necesitamos que nos recuerde la tenue frontera entre los dos conceptos que estamos manejando es que hemos podido ser alienados creando una disyuntiva entre ellos no demasiado real. En otro orden de cosas, la Agrupación “Los Amigos de Durruti”, una vez sufrida la derrota de mayo del 37, publicó un folleto titulado “Hacia una nueva revolución”, escrito por Jaime Balius, donde llegó a afirmar que el error que habían cometido los anarquistas españoles era no haber entendido que cualquier revolución para triunfar debía ser totalitaria.

Ahora algunos ya se podrán echar las manos a la cabeza y afirmar que no hay nada más alejado de los planteamientos anarquistas que esta afirmación. Aun así, esto no debe ser asociado con la implantación de un régimen de partido único (los “Amigos de Durruti” planteaban, de hecho, una Junta Revolucionaria con la CNT, la FAI y el POUM) sino con la idea de que la revolución debía alcanzar todas las esferas de la sociedad (económica, política, cultural etc.) algo muy alejado del pensamiento político postmoderno manifestado, a mi entender, en la introducción de este folleto. Seria, en todo caso, más cercana a la “crítica unitaria de la sociedad” que planteaba la Internacional Situacionista en los sesenta del pasado siglo.

3) Concluyendo…

A mi juicio el hecho de que vivamos en tiempos de capitalismo desregulado y de flexibilidad impuesta a los trabajadores no es motivo para abandonar la proyectualidad a largo plazo y un proyecto de organización que sea capaz de capear los momentos de reflujo en la lucha social. De hecho, si bien es cierto que, en muchas ocasiones, las organizaciones formales, han ido a remolque de los acontecimientos, en momentos álgidos del conflicto social, tampoco es menos cierto que la nebulosa informal anárquica ha orbitado y se ha nutrido igualmente de la infraestructura y constancia de las organizaciones libertarias formales. No nos engañemos, esta disyuntiva no existe en la práctica y muchos compañeros y compañeras incluso se han encontrado participando, a la vez, de proyectos formales e informales.

Por otra parte, las tesis que interpreto, más bien contrarias, al comunismo libertario reflejadas en Hourriya (y que hunden sus raíces en autores individualistas como Max Stirner), si bien hay que tenerlas en cuenta y debatir con ellas, me parecen demasiado contextualizadas en un tipo de sociedad atomizada e hiperdesarrollada y no hacen demasiada justicia a su pretensión internacionalista, cuando la mayor parte de la humanidad se encuentra atravesada hoy día por procesos de urbanización acelerados que la están forzando a concentrarse en espacios densamente poblados en condiciones insalubres. Esta situación de estrecha convivencia cotidiana les lleva a manifestar mayoritariamente su oposición social y política en amplios movimientos de masas, por muy mal que suene este término, y no a constelaciones de individualidades por muy insurrectas que estas sean.

Uno de los muchos ejemplos que se pueden poner, es Abahlali baseMjondolo (“Los Moradores de las Chabolas” en lengua isiZulu): un amplio movimiento social surafricano, de orientación autónoma y libertaria, que practica la acción directa con ocupaciones de terrenos abandonados para construir viviendas etc., y con el que también colaboran los anarquistas-comunistas de “Zabalaza”, organización libertaria de tendencia “plataformista”: un tipo de grupo con el que mantengo diferencias en cuanto a la praxis, pero cuyas concepciones ideológicas me simpatizan más que las manifestadas por Hourriya.
                                                                                                                                        
                                                                                                                                       Alma apátrida   

Comentarios

Entradas populares de este blog