Por un averroismo proletario: reflexiones libertarias improvisadas sobre racionalismo e islam

Entre la intelectualidad progresista y revolucionaria del mundo árabe e islámico la filosofía andalusí es un referente de primer orden. Y des de nuestra visión occidental esto puede ser algo difícil de entender ¿Acaso no nos bombardean los medios de comunicación con esa visión de un islam oscurantista y reaccionario? ¿No somos nosotr@s hij@s de los valores ilustrados de la Revolución Francesa? El origen moderno más remoto del socialismo (y, por lo tanto, del anarquismo como su corriente antiautoritaria) es, de hecho, la “Conspiración de los Iguales” de Graco Babeuf, durante ese proceso político de masas del siglo XVIII. Pero resulta que, en aquella época, el mundo árabe e islámico ya hacía tiempo que había entrado en una decadencia fruto de las invasiones militares y la fragmentación política.  

En Al-Ándalus una figura que, seguramente, destaca sobre todas las demás es la del filósofo cordobés Averroes que vivió en el siglo XII. Interpretó el Corán en un sentido racionalista considerando que la fe no estaba reñida con la reflexión filosófica. Dichos intelectuales progresistas y revolucionarios consideran esta posición de Averroes acorde a la exegesis coránica en el sentido de que hay varias aleyas del libro sagrado del islam que invitan a usar el raciocinio para interpretarlo (tafsir bi-al-ra'y). Esto tiene que ver también con su interpretación “contextualista”. Por ejemplo, si los fundamentalistas argumentan la limitación de los derechos de la mujer, basándose en que el Corán establece que estas deben heredar la mitad o que deben estar sometidas a la autoridad del marido, los “contextualistas” argumentaran que, en el escenario de la península arábiga del siglo VII, esto significó un avance porque antes no heredaban nada o que, como contrapartida, el Corán establece que no tenían la obligación de sostener, económicamente, el hogar aunque tuvieran sus propios ingresos.

Lógicamente, y antes de que alguien se eche las manos a la cabeza, el mensaje coránico no puede interpretarse de forma literal. Los “contextualistas” (que son musulmanes y no ateos como nosotros los anarquistas) creen, verdaderamente, en que es el mensaje de Dios tomado al dictado (hecho descender por el Arcángel Gabriel al Profeta Muhammad) pero consideran que es su mensaje en ese contexto histórico determinado. Los “literalistas” les replican que llevar el “contextualismo” al extremo significaría disolver el mismo islam. Es decir, si todo depende del contexto entonces ¿Cuál es el mensaje que hay que rescatar? Los “contextualistas” contestan, entonces, que no son, de hecho, contextualistas extremos. Si habría un mensaje en el islam que no depende, exclusivamente del contexto histórico. El islam sería, según la interpretación de estos pensadores musulmanes, un mensaje de igualdad y paz frente a la tradición patriarcal y belicosa de la cultura árabe beduina.

Seria importante, entonces, para estos pensadores diferenciar entre estas dos cosmovisiones (islámica y árabe beduina) porque los aspectos regresivos o autoritarios que puedan permanecer en el islam no serian fruto del mismo islam sino de los remanentes culturales beduinos. La aparición del islam en la península arábiga está ligada, desde esta perspectiva, al proceso de urbanización, sedentarización y pacificación. Así, para los “contextualistas”, si el Corán estableció que las mujeres debían heredar la mitad cuando, anteriormente, no heredaban nada, no deberíamos quedarnos con esa idea literal de “heredar la mitad” sino con la idea de avanzar en los derechos de la mujer que significó en ese momento. Lógicamente, la conclusión anarcocomunista última es estar en contra de la herencia como uno de los fundamentos de la propiedad privada.

Y, de hecho, un protocomunismo ya se puede vislumbrar en la “Exposición de la Republica de Platón” del mismo Averroes cuando afirma:

“No existe peor mal en el gobierno social que aquella política que hace de una sola sociedad varias, al igual que no hay mayor bien en las comunidades que aquello que las reúne y unifica (…) Por esto se dice que la unión de los hombres tiene sus ventajas y que nada hay que produzca mayores males y confusión en la sociedad que cuando un individuo dice de algo concreto: esto es mío y eso no lo es.”.

Lógicamente, hay que hacer un esfuerzo especial para interpretar las palabras de un filosofo musulmán de la Córdoba del siglo XII. Cuando se refiere a “varias sociedades” esta diciendo, de hecho, “varias clases sociales” porque considera que lo que nos divide es la propiedad privada. Ahora bien, y aquí viene el problema, el platonismo de Averroes no es, propiamente, un comunismo sino una sociedad regida por el mérito, pero sin propiedad privada. Averroes pensaba, y ahí es donde esta la clave de la contradicción del pensamiento islámico progresista, que las ideas avanzadas (en su caso la filosofía) no eran para el vulgo porque este seria incapaz de interpretarlas correctamente produciendo un desastre a nivel social. El pensamiento progresista islámico es, históricamente, elitista porque desconfía de las capacidades reflexivas del pueblo.

Esto se ve en otros pensadores como el granadino Abentofail que en su personaje del “Filosofo Autodidacto” señala como este es rechazado por el pueblo por sus nuevas ideas o el persa Ibn al-Muqaffa que desaconseja exponerse públicamente, en la defensa de ciencias desconocidas por el público, en su obra “Ética y educación para políticos”. Este dilema islámico no debe ser tratado a la ligera ¿Acaso no hay compañeros anarquistas entre nosotros que tienen una perspectiva antisocial y consideran, no sin parte de razón todo hay que decirlo, que aquél que los “anarquistas sociales” quieren liberar va a ser, a menudo, el primero en traicionarles? Claro que la postura de estos anarquistas antisociales es hacer su propia guerra al sistema pasando de la gente mientras filósofos musulmanes como Averroes creían en un elitismo progresista (de raíz platónica) donde el pueblo fuese dirigido “por su bien” a través de la religión. Y, de hecho, Averroes pensaba que esta última cumplía la misma función que la filosofía (llegar a la verdad) pero en un nivel, digamos, más básico para los que no podían entender esta última.

Por suerte, quizás, hoy en día ya no estamos en el siglo XII y ya se dan las condiciones para que este averroísmo progresista deje de ser elitista y se convierta en proletario. La filosofía racionalista andalusí está mucho más al alcance de la población musulmana y de todo el mundo que en la Edad Media. Los anarquistas podemos recuperar aquella idea de “capacitación” y de “optimismo pedagógico” de las Juventudes Libertarias de los años 30 y abrirla a otras influencias culturales e ideológicas. Averroes cometió el gran error de no querer socializar entre el pueblo sus ideas y el resultado fue que este fue victima del fundamentalismo de los alfaquís y los libros del filósofo cordobés quemados públicamente. Muchos siglos antes de que “Mujeres Libres” y las secciones femeninas de las Juventudes Libertarias buscaran la “capacitación” intelectual del género femenino, Averroes ya dijo en el siglo XII:

“(…) cuando algunas mujeres han sido muy bien educadas y poseían disposiciones sobresalientes, no ha resultado imposible que lleguen a ser filósofos y gobernantes (…) Sin embargo en estas sociedades nuestras se desconocen las habilidades de las mujeres, porque en ellas sólo se utiliza para la procreación, estando por tanto destinadas al servicio de sus maridos y relegadas al cuidado de la procreación, educación y crianza. Pero esto inutiliza sus otras posibles actividades.”.

Aun así, no quiero engañar a nadie: su “protofeminismo” era elitista y también consideraba a la mujer, en general, más apta para actividades como la “música” y la “gimnasia”. Pero como vimos, para el caso de los pensadores musulmanes “contextualistas”, no debemos quedarnos con la literalidad de sus afirmaciones sino con el espíritu que animaba su pensamiento. De la misma manera, que Sonia Garangou dijo en la charla de Mataró que el anarquismo es un pensamiento a recuperar, pero adaptado a los nuevos tiempos, lo mismo, o similar, puede decirse del averroísmo: una filosofía islámica, racionalista y revolucionaria, que puede estar al servicio del proletariado.

                                                                                                                                               

                                                                                                                                             Alma apátrida

 

Obras de consulta:

 

a) La siguiente obra es un resumen didáctico del pensamiento del filosofo cordobés y su aportación a la filosofía europea:

 

MARTÍNEZ LORCA, ANDRÉS Averroes: El sabio cordobés que iluminó Europa Utopía Libros – Córdoba con historia ENSAYO, noviembre 2015.

 

b) Esta obra da algunas claves para la interpretación contemporánea del libro sagrado del islam y expone la diferencia entre contextualistas (musulmanes progresistas), semicontextualistas (islamistas) y literalistas (salafistas o tradicionalistas musulmanes).

 

SAEED, ABDULLAH La interpretación coránica: pistas para un enfoque contemporáneo Biblioteca Nueva. Madrid, 2011.

 

c) Este libro contiene una reflexión interesante sobre él porque es importante que personas no musulmanas estudien la teología islámica de cara al diálogo intercultural.

 

RADHOUANI, KHALED La teología islámica como oportunidad de diálogo: la teología islámica como oportunidad de diálogo y entendimiento mutuo: Un enfoque multidimensional de un fenómeno complejo Ediciones Nuestro Conocimiento, 2022.

 

d) Esta obra es un análisis más profundo del pensamiento de Averroes y de su polémica con el teólogo Algazel que expresa la derrota, en su momento, de la filosofía racionalista islámica frente a una visión teológica más literal.

 

MAIZA OZCOIDI, IDOIA La concepción de la filosofía en Averroes: Análisis crítico del Tahafut al-Tahafut Editorial Trotta – Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2001.

 

e) Esta obra, de donde se han sacado las citas, del mismo Averroes es su propia interpretación del pensamiento de Platón y donde se puede observar su protocomunismo y protofeminismo.

 

AVERROES Exposición de la República de Platón (Traducción y estudio preliminar de Miguel Cruz Hernández) Tecnos, 1986.

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